En un rato libre después de las reuniones de las semana entre Padre Hurtado y Santiago, ví la película belga «Toto le héros» (traducida acá como «La vida es una eterna ilusión»). De esas películas en que quieres que la historia cambie, pero que también sabes que no puede cambiar. También, gracias al dato que me dió mi hermano, aproveché comprar algunos libros a un muy buen precio; la librería es «Séneca» y se encuentra muy cerca del cine arte Normandie.

La semana pasada, entre otras películas, ví «Eterno resplandor de una mente sin recuerdos», a ratos loca, pero que representa de buena forma las mezclas que se producen en los sueños.

Después de escuchar algunas semanas algunos temas del grupo escocés Franz Ferdinand, hoy compré su disco homónimo.