De regreso de las vacaciones

Ayer sábado 26 llegamos a las 06:30 a Concepción, después de haber estado 3 semanas y media de viaje por una parte del sur de Chile.

Pedaleamos poco más de 600 kilómetros, de los cuales 73 fueron sobre pavimento y el resto en camino de ripio. La velocidad máxima fue de 59,5 kilómetros/hora; alcanzada en la bajada de una de las cuestas que queda entre Río Bravo y Villa O'Higgins.

Además, hicimos treeking en algunos senderos, como el del río Mosco (en el sector de Villa O'Higgins); y el último fue el de la Reserva Tamango (Cochrane).

Las dos primeras semanas el clima fue excesivamente caluroso, donde el termómetro marcó en varios lugares sobre 36 grados. En la tercera semana se hicieron presentes algunas nubes, llovió una noche (cuando pernoctámos en Caleta Tortel); luego nos tocó un poco de lluvia en el sector del río Mosco. Aunque la última semana la temperatura durante el día estuvo alrededor de los 24 grados celsius.

En Cochrane nos encontramos con Marcelo, con quien anduvimos pedaleando unos 160 kilómetros (el tenía que regresar antes).

Conocimos harta gente, con algunos conversamos y compartimos muy buenos momentos, vimos huemules donde esperábamos verlos y no encontramos huemules donde si esperabámos encontrarlos.

Cuando uno viaja en bicicleta por esos lados, basta que pase un vehículo rápido para quedar empolvado, también se siente el sol encima en una zona donde la capa de ozono es más delgada, pero también se siente la brisa que refresca, se pueden ver más animales en el camino, escuchar aves y sentir el olor del bosque mojado en todo momento, detenerse donde uno quiera, incluso en curvas peligrosas para subir a una roca a tomar una buena panorámica, y es lejos más fácil tomar la decisión de detenerse a tomar agua, tomar un descando para ir bañarse en un lago a orilla del camino, dormir una siesta o simplemente para conversar con los ciclistas o la gente que se encuentra en el camino.

También se ve gente tonta, que cree que por tener un vehículo 4x4 puede correr en un camino que no conocen. Así es como vimos camiones de asistencia en ruta recogiendo vehículos chocados que se salieron del camino, y en el peor caso, uno que cayó a una quebrada de 30 a 40 metros de profundidad. Gente que va de vacaciones, pero que es incapaz de relajar el acelerador sin ser buenos conductores.

La nota mala fue al finalizar el viaje, el día 23 en la noche, día en que me afectó una infección estomacal que aún me dura. Estaba subiendo el cerro Tamanguito, y en vez de sacar agua de un arroyo lo hice de una laguna. Aunque sea laguna, es agua estancada y puede contener parásitos y/o bacterias. Tonto el error siendo viejo en estas lides.

Pronto colocaré algunas fotos y comentarios con detalles de cada día.