Estos últimos días han sido bastante productivos, aunque no suficientes para la cantidad de cosas que debo realizar (o me gustaría hacer). Entre otras cosas he stado estudiando algo de SPAM, unos 5 GiB de mensajes comprimidos; afinando algunas reglas locales para filtrar a los spammers chilenos. Todavía pasa demasiado, aunque no quiero aplicar varias reglas hasta estar completamente seguro que no generan falsos positivos. También he estado poniéndome al día en uno de los proyectos que me interesa. Aún me queda la labor de documentar varios procedimientos, algo que no es difícil, pero que es tedioso y a su vez necesario.
Pienso que las direcciones electrónicas de los parlamentarios debieran estar disponibles en más sitios de la red, y puedan recibir tanto SPAM como la mayoría de aquellos que llevamos una buena cantidad de años con las direcciones esparcidas en la red; y así tomen conciencia y no lo defiendan (para varios de ellos, controlar el SPAM es equivalente a «matar la gallina de los huevos de oro»). Aunque seguramente tienen personal que lee sus correos y les pasan sólo los más relevantes.