Cuando pensaba que no iría al recital de Kraftwerk, más aún siendo en medio de la semana, pedí permiso durante la tarde del miércoles. Originalmente se llevaría a cabo el viernes 12, pero se cambió, y el 12 correspondía a Buenos Aires y el 10 a Santiago. Ese día, al salir de la universidad rumbo al terminal, había una revuelta, por lo que había que tomar un camino más largo, perdiendo el bus que tenía programador abordar. Así que espere al siguiente bus y tuve tiempo suficiente para comer. El bus salió 20 minutos retrasado y al llegar a Santiago, la entrada por Lo Sierra, se encontraba cerrado por lo que el bus tomó otro camino, aunque no escogió la mejor ruta, ya que estaba congestionada. Con todo, llegué a 20:15 al terminal, compré algo para comer, partí para el metro. Allí me encontré con Tatiana, me acompaño hasta el metro ULA, 20:35, nos encontramos con mi hermano, Tito y Jaime. Me despedí de Tatiana, aunque nos vimos poco menos de 10 minutos, suficiente para sentirse mejor :-)
The Man Machine. De izquierda a derecha: Ralf Hütter, Henning Schmitz, Fritz Hilpert y Florian Schneider.
El recital partió a las 21:15, con «Man Machine»; con sus clásicas camisas rojas, propias del álbum «The Man Machine» (1978). La primera parte la sentí marcada por canciones de «Tour de France» y «The Man Machine». Me llamó la atención «Radioactivity», que el inicio era más parecido a la versión del albúm original (1975) hasta que derivó en la versión aparecida en «The Mix» (1991), en donde ya se incorporaban las tragedias nucleares, como Chernobyl en uno de los pocos textos que tienen sus canciones.
Tour de France. No interpretaron la versión original del '83, sino que la edición del 2003.
Después del primer descanso, cuando había transcurrido casi una hora, la gente pidiendo que volvieran. Continuaron con temas de «Tour de France» y de «Computer World». Nuevamente se iban, y la pregunta de Tito es si los robots ya no los usaban, cuando aparecen haciendo coreografía en «The Robots». Al principio con la cortina cerrada, luces apagadas, de pronto las sombras de los robots proyectadas en el telón y el grito de la multitud. Movimiento de luces, se añaden estrobóscopicas y los robots parecen girar. Se abre el telón y allí estaban, tal cual se conocía a Kraftwerk: los recitales eran de robots.
Todos coreando: «We are the robots». Había visto la fotos de los robots, pero no sabía que también se movían.
Nuevamente se iban. Pero algo es claro en un recital, si no encienden las luces del estadio, entonces es porque va a continuar. ¡Pero es entretenido gritar por el bis! (aunque yo no haya gritado :-) Además, les comentaba a mi hermano y a Tito, que mientras no cantasen «Music Non Stop», no terminarían.
Aéro Dynamik, casi llegando al final de la velada.
En la última parte volvieron con trajes con líneas fosforecentes y que eran ajustados al cuerpo, el cual se mimetizada bien con la puesta en escena de ese momento. Así se escuchó «Aéro Dynamik» y finalmente llegó el «Boing, Boom, Tschak» de «Music Non Stop», indicando que el fin estaba cerca; hasta que se fueron despidiendo uno a uno. Fue el único tema que tocaron de «Electric Café». Eché de menos «Computer Love» y «The telephone call».
Music Non Stop.
Si mi memoria no me falla, la secuencia fue «The Man machine», «Vitamin», «Tour de France » (Etapas), «Autobahn», «The Model», «Neon lights», «Radioactivity», «Trans Europe Express». Descanso. «Elektro Kardiogramm», «Computer World», «Pocket calculator». Cambio. «The robots». Cambio. «Aéro Dynamik» y «Music Non Stop».
Terminó a 23:32, esperamos unos minutos para no salir amontonados. Tomé una micro hacia el terminal, y tomé el bus de regreso a las 23:45. Claro que partió unos minutos más tarde. Llegué a Concepción a las 05:12... a revisar un par de servidores que habían tenido problemas la tarde anterior. Me acoste un rato a las 07:00 de la mañana.
Valió la pena, para a los padres de techno-pop y la música electrónica, originarios de Düsseldorf; aunque de la formación con se hicieron más conocidos sólo estaban Ralf Hütter y Florian Schneider. El reemplazo de Wolfang Flür y Karl Bartos está a cargo de Fritz Hilpert y Henning Schmitz.
Hoy me recordaba cuando compré mi primer albúm de Kraftwerk en el verano '87/'88. Los conocía por referencias, habían sido influencias de grupos como New Order, Depeche Mode y otros (que en esa época no eran muy conocidos por estos lados), y eran influencia local de Los Prisioneros y Electrodomésticos. Curiosamente, lo encontré en una librería de libros usados, donde también vendían discos. Allí estaba «Trans Europe Express» en vinilo ('87) a $ 250, lo cual era muy barato. Incluso en esa época $250 era menos de un dólar. Tan barato, que dude que fuera el mismo grupo que pensaba, más aún cuando la carátula tiene pinta de los años '50 ó '60. El disco estaba en perfectas condiciones, de hecho, aún lo está.
Luego, en una librería en San Diego (Santiago), encontré el vinilo de «The Man Machine», el cual me costó $ 1000, y en perfectas condiciones. En ese entonces, iba de Rancagua a Santiago y recorría San Diego desde Av. Matta hasta la Alameda, librería por librería. En esa época era algo rebuscado, y comprarlos nuevos (o encontrarlos siquiera) sólo era posible en la disquerías «Fusión» y «J.S. Music Store» en Providencia, a un mucho más elevado (al menos 6 ó 7 veces más). Era en la época del liceo, cuando trabajabamos duro en el verano para poder darnos algún gusto. Después pude comprarme el 12" nuevo de «The telephone call» y el L.P. «Radioactivity», después perdí la oportunidad de comprar «Tour de France» (la única vez que lo ví disponible).
Después del recital, me han vuelto las ganas por tener «Ralf & Florian» y «Kraftwerk2»; que son reediciones de sus primeros álbumes (1972 y 1973, respectivamente).