Viernes, nuestro último día de trabajo en el LICEF, en la Universidad de Québec, antes de volver a Chile. Debemos trabajar en un informe para ambos grupos de trabajo, resolver todas las dudas que nacieron de esta semana de trabajo y terminar de revisar los procesos y programas que nos interesa analizar.
Luego, nos ofrecieron llevar a conocer alguns lugares de interés al finalizar la tarde, lo cual sería salir a los alrededores de Montreal :-)
Durante la mañana, tengo planificada una videoconferencia en donde espero podamos resolver una licitación internacional en la que hemos estado trabajando por más de 6 meses. Lamentablemente, muchas de las universidades participantes no le han tomado el peso; y se hace necesario estar atento para evitar que se tomen decisiones en base al desconocimiento de información o de procedimientos (en cristiano, que no se intente pasar gato por liebre). Mi obligación, por supuesto, es defender los intereses de la universidad.
Esta semana ha sido productiva, ya que mientras trabajamos no hay nadie que nos interrumpa, tampoco no suena el teléfono. Es posible trabajar menos horas y rendir mucho más. Así, es fácil entender que en estos lados no se estila irle a preguntar algún dato a otra persona sin que antes se le haya solicitado tiempo para ello. De esta manera se programan y no se interrumpen a cada instante, como muchas veces suele suceder en Chile.