Cambio de clima, amigdalitis y teatro

El domingo llegué proveniente de Vilanova i la Geltrú (España), lugar donde la temperatura bordeaba los 29° y una humedad superior a 60%, con un sensación térmica un poco más alta (quizás por la falta de costumbre al tipo de calor húmedo de esa zona). En el avión de regreso, el aire acondicionado estuvo ligeramente más helado de costumbre y con la ayuda de mi indumentaria veraniega, al descender del avión sentía los síntomas de un resfrío. En la tarde me dolía la garganta y en la noche estaba en calidad de bulto.

El lunes fui de visita al médico, me diagnósticaron amigdalitis y me recetaron una dosis de penicilina + benzatina. El rendimiendo laboral no estuvo ni cerca de lo normal, lo cual es obvio. Aún no me siento bien, pero si mejor que antes. Aunque básicamente, después del trabajo he llegado a acostarme y dormir.

Luego de tener una semana de verano en la península ibérica, me corresponderá una semana con frío y lluvia intensa, según el pronóstico para la próxima semana en la zona de Puerto Montt y la isla de Chiloé.

Hoy parto en la noche rumbo a Puerto Montt, a reunirme con el grupo de Teatro de la Universidad del Bío-Bío, en donde participaremos de los Temporales teatrales, con 8 funciones en distintas localidades. El itinerario incluye al menos una función por día, cada uno en una localidad distinta. Si mi memoria no me falla serán: Quellón, Castro, Achao, Ancud, Fresia, Puerto Varas, Frutillar y Puerto Montt (en ese orden).

Promete ser una jornada extenuante. Por la mañana: Levantarse temprano, viajar a la siguiente localidad; por la tarde: descargar de los minibuses, montar la escenografía e iluminación; por la noche: mostrar la obra, desmontar la escenografía e iluminación, cargar todo en los minibuses, dormir.