Hay ciertas cosas que encuentro molestas en navidad; y que uno olvida durante el año... hasta que comienzan a suceder y se hacen dificiles de evitar, porque aparecen por todos lados.
Los villancicos de «Cecilia Echeñique». De una u otra forma, esta cantante chilena se ha hecho del monopolio de los villancicos y las canciones de cuanta efemeride definida por el Gobierno.
Las peliculas de navidad, en donde hay un niño o un grupo de ellos, unicos capacez de interactuar con «Santa» (viejito pascuero). Donde sus padres no le creen, y siempre el viejo pascuero termina detenido por la policia. Luego, todos descubren que estaban equivocados, blah, blah, blah. La misma trama siempre, repetida cientos de veces como peliculas distintas.
Los saludos de navidad en las listas internas de correo. Basta con que empiece uno, y ya todos empiezan a mandar archivos adjuntos, presentaciones y cuanta basura encuentran por la red, haciendola pasar por propia. Un disparo a la bandada, completamente impersonal y que llenan los buzones de correos.
Debe haber gente que le emocionen esas «tarjetas», peliculas y la voz de la Echeñique.
Tampoco quiero ser malagradecido. No tengo nada contra las tarjetas... cuando son escritas de puño y letra; y no cuando se trata de una «tarjeta estandar + firma» (para salir del cacho que nadie le ha impuesto).