Hace un par de semanas tuvimos visitas indeseables en el cuarto donde guardamos la leña. He aquí un relato con los acontecimientos acaecidos y su posterior desenlace.
Si eres frutariano y/o piensas que las zanahorias sufren cuando las arrancan del suelo, no sigas leyendo. El siguiente relato contiene fuertes declaraciones e imágenes explícitas sobre el deceso de roedores :-)
Dado el buen clima anunciado, hace una semana decidimos sacar la leña al patio para que se secara bien y mejorar la combustión en el invierno. Mientras sacabamos la leña, salió arrancando un roedor. Yo pensé que era uno solo, así que proseguí sin mayor precaución... hasta que casi quedé pegado en el techo del susto cuando al tomar una astilla salió disparado una rata al lado de mi mano. Eran 2. (La rata debió asustarse tanto como yo, por lo imprevisto de la situación).
Esa misma noche, me encontré con uno en el cobetizo inmediato al cuarto de la leña. Y al día siguiente, vi la cola de varios de ellos asomadas por el borde de la pared que colinda con un vecino.
Así que el jueves a mediodía comenzó la campaña anti-ratoniana. Compré algunas trampas y algo de veneno. Compré 3 trampas, sin darme cuenta que cada caja contenía 2. Terminé con 6 trampas grandes. Armé 4 de ellas, y a falta de cebo... les puse pan untado en aceite de tarro de atún. No usé veneno.
Roedores 1 - dueño de casa 0
Estos desgraciados sacaron el pan de todas las trampas, se lo comieron y ninguna de las trampas se activó. «Malditos roedores» diría el gato Jinks.
Mi reflexión fue que el apuro de poner las trampas me había jugado una mala pasada. Pero luego pensé: la primera es gratis. Para que tomen confianza. No tan mal después de todo.
Los roedores tienen una baja
El pan no se agarraba bien en la trampa, necesitaba algún cebo con mejor adherencia, que se pudiera pinchar en la trampa. Compramos un trozo de queso (siguiendo la vieja tradición), recortándola en pequeños pedacitos. [Ver imagen del ratón de avanzada].
Esta vez fueron 5 trampas. No sé si habrá sido uno sólo o más, pero desaparecieron 4 trozos de queso y cayó una rata. Todo un proceso lento y minucioso para sacarla de la trampa, meterle en una bolsa. Todo sin mediar contacto con el susodicho. Demasiada sugestión.
Lea primero las instrucciones
Como todo, hay que informarse primero. Así que luego de seguir la intuición, procedí a buscar información.
En las zonas urbanas (de esta zona) es posible encontrar 3 tipos de roedores:
-
Ratones de casa: los más hogareños, de tamaño más pequeño (también conocidos como «lauchas»), orejas grandes. Su nido se ubica muy cerca de la fuente de alimentación. (Jerry cae en esta categoría).
-
Ratas de tejado: viven en el exterior. Su radio de acción es más amplio que el ratón de casa, es más grande, tiene orejas pequeñas, se alimentan principalmente de frutas y verduras. Es por eso, que si caen muchas frutas de los árboles, es invitarlos a comer. Lo mismo que dejar comida al perro en la noche.
-
Guarén: Vive en acequias y canales. Es más grande y un adulto puede pesar 500 gramos (¡sí!, medio kilo). Cuando un ratón sale por el inodoro, es casi seguro que se trata de algún emprendedor de esta clase.
Son buenos trepadores, saltadores, nadadores y... roedores. Esto último parece de perogrullo, pero como sus dientes crecen rápido, necesitan gastarlos y para eso nada mejor que roer un buen trozo de madera tierna.
Cuando un roedor asocia comida = muerte, orina encima; para avisar a otros roedores el peligro. En mi caso, me dediqué a echar agua hervida en los sectores aledaños a la captura y en donde había heces y orina de roedor.
Las trampas, al igual que los sistemas de ultrasonido no se caracterizan por ser muy eficientes. Mejores resultados tienen los venenos anti-coagulantes. En principio la trampa está asociada con «asquerosidad»... pero tiene la ventaja que permite contar las bajas.
Tres bajas más
Los roedores no andan solos. Así que perseverancia. Esta vez usé como carnada chicle (goma de mascar). Puse 6 trampas en la tarde. A medianoche, di un vistazo y vi que habían caído 3. [Ver imagen de la tropa de ratones capturados]
Ahora con algo más de habilidad y menos sugestión para tomar el corpus animalis, limpiar y volver armar la trampa.
El último tango en el cuarto
El sábado, luego de la limpieza. Otra dosis de chicle y para el domingo en la mañana ya había caído otro más. Claro que éste fue el primero que no murió atrapado. Sino que estaba a unos 10 cms de la trampa. Murió de susto, fue la primera tontera que se me ocurrió. El golpe le dió en la cabeza o nariz, porque la tenía con sangre. Fue el único roedor cazado que ensució la trampa con sangre. [Ver imagen de la víctima].
Epílogo
Durante el sábado y el domingo; nos dedicamos a cortar las ramas cerca del cuarto y de la pared que divide las casas. Limpiamos algunos tejados. y despejamos una esquina sospechosa de madriguera.
Puse trozos de veneno, con buen olor y sabor para roedores; dentro de tubos de PVC en el camino que podrían usar los roedores. Evitando que lo ingiera otro animal y he revisado día a día. Hasta el momento, no han aparecido más. Sin embargo, aunque la trampa sea menos efectiva, la muerte del roedor es instantánea, lo cual significa menos dolor para el animal.
No limpiamos todo absolutamente. Hay que dejarles espacio. Controlado. Y darles veneno de acción lenta. La idea es que no huyan, porque podrían buscar refugio en la casa, que sería peor.
Y no hay que bajar la guardia. Otoño es una época migratoria para los roedores, que buscan mejor cobijo para pasasr el invierno.
... tal vez preparan el contra-ataque.
(Tenía varias tareas que hacer, pero tuve que postergarlas, porque la situación lo ameritaba).