Ha sido lenta mi partida. Intentaré describir mi experiencia por si resultase útil para algún futuro interesado.
Hace unos días, llegó un aviso de una suscripción automática a dos grupos de discusión (privados) para los postulantes que fueron aceptados en los «veranos de programación». Una es de discusión general, mientras que la otra es la lista de estudiantes.
El inicio es caótico. Y juzgar por algunos mensajes, años anteriores también ha sido así. Llegan muchos mensajes del tipo «¿Alguién más es de Timbuctú?». Y algunos buscan más detalles, preguntando por una determinada universidad. En una lista de 1536 suscritos, con que un 10% tome semejante actitud es suficiente para inundar de mensajes inútiles una lista que pretende ser útil.
Otro tipo de mensajes es: «Mi propuesta aceptada/rechazada está en ..., ¿Alguien las puede comentar?». Nadie las comenta; pero si un montón de gente sigue la corriente preguntando cada uno por sus propias propuestas.
Y para no ser menos, al parecer el año pasado hubo avalancha de presentaciones: «Yo soy Fulano, estudio en ... y mi proyecto es ...». Si parte uno, se produce un efecto dominó. Para prevenir este problema, alguno de los encargados creo una página en donde cada postulante ingresa su perfil. Todo bien, excepto que un grupo no menor, responde al mensaje donde se hizo dicho anuncio con un «Mi perfil ya está actualizado».
En unos tres días no sé cuantos mensaje habré recibido, pero fácilmente más de 300. De los cuales 3 ó 4 son útiles y el resto paja molida.
Hoy enviaron un correo indicando que de persistir ese comportamiento, se iba a comenzar a moderar. Un llamado a la cordura parecía suficiente. Pero siguieron llegando algunos de esos mensajes inútiles. La lista ahora es moderada. ¡Qué alivio!.
De los mensajes rescatados, debo enviar un certificado de alumno de la universidad y resolver el asunto de los impuestos para recibir el pago. Seguro que Eduardo Silva tiene recomendaciones. Es su segundo año participando.
Y otro dato útil fue, una bitácora del proyecto.