El efecto Harvard

En la charla «Las mentiras más famosas de la piratería», en un momento hace referencia a un estudio de la Universidad de Harvard respecto de una visión que varios ya habían propuesto, pero nadie había hecho caso hasta que «en Harvard se dijo».

Es algo que existe hace mucho tiempo y no sólo en sistemas computacionales; y que he decidido llamarle «efecto Harvard» porque mencionándolo es fácil darse cuenta cuando uno está enfrente de tal situación.

El efecto Harvard en la música

Recuerdo hace años, cuando conversaba de música con Marco. En algún momento le indiqué que muchas canciones me dejaban de gustar en cuanto se hacían populares, lo cual encontré ridículo. Hasta que un día entendió a que me refería. El había escuchado un álbum de un grupo, cuando no eran famosos, lo encontró bueno; y lo recomendó. A quién se lo recomendó, no solo lo encontró malo, sino que también le preguntó como le podía gustar esa porquería.

Al par de meses, la misma persona le muestra el mismo CD, que ahora se lo habían prestado en el colegio y que tenía un par de temas sonando en la radio, alabando las canciones, al grupo y al álbum.

He ahí el efecto Harvard. En este caso, su medio (grupo curso, amigo taquilla, radio) era el origen de la misma información. Uno concluye que realmente no le gusta la música per se, sino que el gusto colectivo.

Hace años que no escucho radio regularmente, además que de música y cine no suelo conversar, a menos que sea alguien que sepa de que hablo o que realmente le interese (independientemente que le guste o no).

El efecto Harvard en la televisión

Hay un capítulo de Garfield que lo retrata muy bien: «Si lo dicen en la tele, es porque debe ser verdad». Luego aparece Garfield vestido de animador de televisión diciendo cabezas de pescado, pero que todos creen, porque «si lo dicen en la tele, es porque debe ser verdad».

Es muy fácil de comprobar. ¿Cuántas veces uno escucha como argumento: «pero si lo dijeron en la tele»?, y esperando que con eso quede zanjada cualquier discusión o duda. Lo mismo, en menor grado sucede con el resto de los medios de prensa, a tal punto, que cuando uno estuvo cerca de la noticia nota cuan tergiversada o sesgada (con o sin intención) estuvo la nota; pero cuando uno se encuentra alejado de la noticia, más tiende a creerle al medio de prensa.

De pronto se olvidan que los periodistas son comunicadores, no expertos en los temas; y que los medios de comunicación no son objetivos (y no tienen razón de serlo); y que el espacio provisto en un medio de prensa no permite detalles ni profundización. Y aunque uno lo escuche de un experto, siempre es bueno escuchar otra opinión y/o buscar la fuente original de una información.

El problema, es que no todos estan concientes y caen en el efecto Harvard. Como dice el refrán: «no creas todo lo que oyes o juzgarás lo que no ves».

El efecto Harvard en Linux

Hace unos días una alta autoridad de la universidad preguntaba por qué no habíamos migrado todo a Linux, e indicó que en el MIT todos usaban Linux. Bueno, cambió Harvard por MIT, pero no importa porque ambos estan en Boston y producen el mismo efecto.

Es decir, si migramos a Linux no es porque esten convencidos que técnicamente es mejor, ni que nos provee independencia tecnológica, ni que nos evitamos gastar $250 millones sólo por actualizar las licencias básicas del Hasefroch Office; sino porque en el MIT lo usan.

Recordando otro efecto Harvard

En los departamentos o facultades de Matemáticas y Física, siempre han sido más proclives al uso de Unix y, por consiguiente, de Linux. Siempre hay excepciones. Hace unos años atrás, un docente encargado quería que se facilitará la migración a todo el que lo deseara en el departamento; y tenía que hacerlo un experto, alguien que se manejara bien en el tema. En definitiva, tenía que ser alguien de afuera.

En muchos lugares se tiene la percepción que experto _es sinónimo de _consultor externo.

Al cabo de unos días, recibo un correo en donde me preguntaban que tópicos yo incluiría en una tarea como la descrita anteriormente, y consejos al respecto. Claro, el consultor externo me consultó a mí. En ese momento yo no sabía a quien estaba asesorando. Sin embargo, su palabra tenía más peso.

El efecto Harvard en los estudios

En otra época, cuando era estudiante, recuerdo haber escuchado como argumento dicho por un compañero.: «oye, él (profesor) tiene un Doctorado en Física, cuando seas doctor vas a entender, así que deja de insistir». Se trataba de un error básico de estadística que quise corregir al profesor y él insistió que así se resolvía; lo podía demostrar pero no me dió alternativa. El hecho es que nadie se detuvo a analizar argumentos, sino que lo importante era quien lo decía. Allí fue cuando me dí cuenta que profesores malos hay en todas partes y que en la universidad también se cuecen habas.

Epílogo

Y eso que estamos frente a entes pensantes, que básicamente hacen todo mecánicamente; como si detenerse a pensar un poco, poner atención o cuestionar algo fuera demasiado cansador.