Temuco y Victoria

Después de las charlas en TemucoDenys me invitó a su casa, en Victoria. Así que nos quedamos más rato en Temuco para luego partir a Victoria.

En la calle Caupolicán, estaban terminando de pintar una casa de una manera muy original y con un muy buen resultado como se puede apreciar en la fotografía.

¿Qué objetos son reales y cuales solamente pintados?

Luego pasamos a jugar «bowling» al Centro Español de Temuco, donde la atención fue bastante buena y el precio muy accequible. Partí bastante mal, de los 6 ú 8 primeros tiros boté 1 o 2 palos ¡en total!; pero después fuí afinando la puntería. Por el contrario, Denys partió muy bien (primera vez que jugaba) y hasta convirtió chuza («strike»).

Denys en acción

Luego partimos a Victoria, donde llegamos cerca de las 23:30. El papá de Denys es profesor, y estudió en Victoria, era de una o dos promociones posteriores a la de mi papá. Así que allí tuvimos conversación un buen rato. Estuvimos conversando hasta pasada las 04:00 am del día domingo (y eso que habíamos dormido poco la noche anterior).

En la tarde del domingo, fuimos a la casa de máquinas (ferrocarrilles) de Victoria. Cuando chicos nos llevaban allá, estaba en funcionamiento y lleno de locomotoras a carbón. Era espectacular. La última vez que había ido fue hace unos 3 ó 4 años; aún tenía 2 locomotoras, aunque con harto óxido. Seguramente se las llevaron a Temuco, donde la casa de máquinas de dicha ciudad fue convertida en un museo.

La cada vez más vacía casa de máquinas de Victoria

Allí estuvimos un buen rato, tomando fotos a las ruinas, las plantas e intentando tomar fotografías con macro. Al amigo de Denys que nos acompañaba, el chino, también le gusta la fotografía.

El siguiente destino fue una zona donde hay un reducto indígena. Allí conocí a Salvador e Irma, muy respetuosos, humildes y amables de presencia. Fuimos a la orilla del río Quino, donde estuvimos tirados en el prado conversando un buen rato (quizás un par de horas o un poco más). El ambiente muy tranquilo, buena vista, buen clima.

Prado en río Quino

Volvimos a Victoria, pasamos a lugares que no conocía; entre ellos el sector donde está la escuela donde trabaja el papá de Denys; el cual debe ser el sector humilde de Victoria y luego fuimos al puente ferroviario que queda cerca de la salida norte de Victoria.

Puente ferroviario en la salida norte de Victoria

Debe ser una de las pocas veces (sino la única) que he ido a Victoria y no he ido al cementerio ni a la estación de ferrocarriles. Aunque los que viven allí encuentran que es aburrido, lo cierto es que nunca me he aburrido en Victoria; y seguramente es por la cantidad de recuerdos que tengo de mi infancia cuando ibamos a ver a los abuelos, viajar en tren y ver tanto tren junto... que cuando uno es fanatico de los trenes (yo no tanto como mi hermano), no hay forma de aburrirse.