Para mí es un privilegio poder leer poemas, cuentos y escuchar canciones de mis amigos. Obviamente, por ser con quienes he compartido gran parte de mi vida, tenemos más afinidades. A su vez, con ellos también tengo retroalimentación sobre nuevas lecturas y nuevos grupos musicales; que no siempre son los más populares. Probablemente, de otra forma no me enteraría.
Hace ya varios meses atrás, cuando estuve en el departamento de mi hermano en Santiago, Tito me dió una copia de uno de sus últimos trabajos («Almas»). Aunque yo le he conocido mejores letras, me gustaron bastante las canciones, con algunas estuve varios días con la melodía en mi memoria. Posteriormente, en otra visita, escuché algunos temas en los cuales él estaba trabajando («Victoria»), del cual digitalicé algunas copias en Ogg Vorbis. Sólo contiene las melodías, y no desconozco como habrá resultado ser el trabajo final; pero me gustan los trabajos en curso, en ocasiones más que la versión final.
En su momento pensé publicar las canciones, pero no lo hice porque es pensé que sería mejor añadirle las marcas de Creative Commons a cada uno de los temas, así como un enlace al lugar donde podría leerse la licencia. Nada difícil, pero que no había hecho. Es más, este mensaje lo comencé a escribir hace varios meses y recién hoy lo he terminado (parte de las actividades que he dejado pendiente).
Lo último que supe, es que mi mamá estaba escuchando Nick Drake y The Kinks.