El primero de los últimos

Luego de 4 meses sin escribir una nota, parto con esta frase cliché para indicar el comienzo de mis últimos mensajes en esta dirección electrónica. No sé cuántos más vendrán, pero es seguro que serán menos de los 500 que ya he escrito, por lo tanto, se trata de una cuenta regresiva.

Si no he escrito en este tiempo, es porque ya no me resulta tan cómodo ni tan divertido escribir en esta dirección, además de verme sobrepasado por el tiempo y el ánimo de publicar en algunas ocasiones.

No es que me vaya. Aunque nunca se sabe. En una de esas ni siquiera me entero que no me han renovado contrato (así se estila en algunos departamentos). Toco madera... cada diciembre.

Un breve resumen de estos 4 meses:

Un diario local publicó una fotografía mía sin autorización, sin dar crédito, con calidad de celular y en un contexto completamente distinto. La SOFOFA publicó otra fotografía mía en su anuario, con consulta, dando el crédito correspondiente y me enviaron una copia impresa del anuario a mi domicilio. Diferentes tipos de profesionales. Diferentes escuelas.

En septiembre me invitaron a Curicó para el día del Sotware Libre, en octubre me invitaron a exponer a un congreso en Arequipa, Perú; y la mayor parte de noviembre lo pasé en Nueva Zelanda, visitando algunas universidades en Auckland y Wellington.

He leído varios libros. Aprendí a jugar Go, aunque aún juego muy mal.