Una cosa es encontrar un lugar donde vivir y otra, muy distinta, es tener los elementos necesarios para desenvolverse diariamente.
Como había mencionado anteriormente, la suite que arrendamos tiene la cocina amoblada y nos facilitaron vajilla, servicio, un par de sillas, una cama doble, entre otras cosas.
Las primeras semanas intentamos ser cautelosos con nuestros gastos puesto que no teníamos precios de referencia, y sólo podíamos comparar con los precios de Chile, cuya diferencia es notoria en muchos productos.
Entre los primeros artículos que compramos: sábanas, cobertor, plancha, tabla de planchar, tetera (hervidor) eléctrica, ollas y pailas. La primera vez fuimos al centro de compras Hillside), que nos quedaba bien con la locomoción y tiempo.
Así como hay varias tiendas, también hay precios. De eso ya nos habían advertido un par de días antes de viajar. Sears es como Almacenes París o Falabella, y está entre los más caros que hemos visto (con seguridad hay tiendas más caras, pero no es precisamente lo que buscamos). Aquí compramos las sábanas y que resultaron bastante buenas y suaves (300 hilos), aunque lo pensamos bastante dado que -comparativamente- pagamos un poco más.
Luego viene Zellers, que es como un supermercado que también vende línea blanca, muebles (para armar y algunos armados), alformbras, artículos deportivos y vestuario; pero no venden alimentos refrigerados, ni verduras, ni frutas.
Considerando sólo alimentos, los más convenientes son (de más caro a más barato) Safeway, Thrifty Foods y finalmente Fairway Market. Para frutas y verduras, nos recomendaron el barrio chino, pero los precios son similares a Fairway Market (al menos cuando comparamos).
También está Wal-Mart, que tiene casi de todo, pero sólo en algunas cosas resulta más conveniente. Como dato adicional, tiende a tener ruido ambiental (por ejemplo, llamados por alto-parlante) y el personal siempre pareciera que estuviera cansado.
Quizás lo más conveniente (según nos han dicho) es Costco, en donde venden al por mayor. Se requiere ser socio y, también, vehículo particular porque queda retirado de la ciudad. Aún no lo conocemos.
Finalmente está Value Village, que venden productos usados, tipo tienda de «Ropa americana» pero bastante ordenada, como un supermercado (con góndolas, carros, etc.). Se puede encontrar discos, pinturas, electrodomésticos, adornos, etc. Algunos en buen estado, otros no tanto.
Prejuicios y realidades
Yo tenía la idea que en Canadá, siendo país desarrollado, todos los productos que se ofrecían eran buenos. Pero lo cierto es que posible encontrar porquerías, muy bien envasadas y llamativas, pero porquerías al fin y al cabo. Por ejemplo, había un juego de cubiertos muy barato, pero las puntas de los tenedores eran tan anchos que sólo servirían para pinchar flan y las cucharas se doblaban son solo mirarlas.
Otra idea preconcebida que tenía, y esta me jugo una mala pasada, fue pensar que la población canadiense es más alta que la chilena. De hecho lo es. Entonces, al comprar la tabla de planchar, no me fije en el largo de las patas porque asumí que debían ser altas... y no lo eran. Aún usable, pero no lo que esperaba. Luego pensé, con tantos inmigrantes orientales, que no se caracterizan por ser altos (excepto los sur-coreanos), fui inocente en hacer tal supuesto.
Bueno, ha resultado largo y no llegué a contar ningún detalle. Para la próxima nota espero que resulte mejor :-)